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Impresoras 3D

Una impresora 3D es un dispositivo capaz de generar un objeto sólido tridimensional mediante (y ahí radica la principal diferencia con los sistemas de producción tradicionales) la adición de material. Los métodos de producción tradicionales son sustractivos, es decir, generan formas a partir de la eliminación de exceso de material. Las impresoras 3D se basan en modelos 3D para definir qué se va a imprimir. Un modelo no es si no la representación digital de lo que vamos a imprimir mediante algún software de modelado. Por dar un ejemplo de lo anterior, con una impresora 3D podríamos generar una cuchara, o cualquier otro objeto que podamos imaginar, usando tan solo la cantidad estrictamente necesaria de material, y para hacerlo deberemos tener la representación del objeto en un formato de modelo 3D reconocible para la impresora.

Los materiales que actualmente pueden utilizarse para ‘imprimir’ son variados y lo cierto es que influyen bastante en el coste de la impresora. Cualquier impresora de bajo coste suele funcionar con termoplásticos como el PLA o ABS. Pero nos encontramos impresoras capaces de trabajar con metal, fotopolímeros o resina líquida, aunque resultan prohibitivas para entornos no industriales.



Usos:

¿Y qué usos puede tener una impresora 3D y en qué campos?. La lista es larga y es difícil describirlos todos: desde piezas de instrumental médico o incluso implantes, pasando por sus aplicaciones en la arquitectura, donde puede pensarse en imprimir objetos e incluso estructuras, aplicaciones aeroespaciales, educación, y por supuesto el uso doméstico y semi profesional que abre múltiples opciones y se presenta como el futuro de la tecnología.



Implante de celulas vivas: Según informa Reuters en su canal de youtube, en US ya utilizan una técnica para la impresión en 3D de células vivas. Si hace unos días la noticia era que un equipo de investigadores australianos emprendía un proyecto para conseguir imprimir órganos de nuestro cuerpo a través de la impresión 3D, a día de hoy en US han logrado acercarse un poco más a este objetivo. La “tinta” de la impresora, es una mezcla que contiene células vivas y colágeno. El tejido resultante, permite crear en este caso una oreja artificial. El resultado es esperanzador, pues mejorando esta técnica, en un futuro próximo se podrán reponer partes importantes de nuestro cuerpo. La afectación de niños con deformidades, actualmente tiene una costosa técnica de reparación que basa gran parte de su éxito en la pericia del médico y a parte, es dolorosa pues debe extraer partes de tejido del paciente. Sea como sea, la impresión de células vivas, es un nuevo e increíble avance que aplaudimos.

Fuente de la información: Impresoras 3D